Noticias

May 20, 2023

Análisis

La serie Final Fantasy ha ido cambiando algunos paradigmas, casi dogmas que alguna vez fueron intocables en estas historias legendarias. Final Fantasy XVI es el mejor ejemplo de la madurez de la franquicia que Square

La serie Final Fantasy ha ido cambiando algunos paradigmas, casi dogmas que alguna vez fueron intocables en estas historias legendarias.Final Fantasy XVIes el mejor ejemplo de la madurez de la franquicia queSquare Enixproyectou.

Mientras todo el mundo hablaba de lo diferente que era el remake de Final Fantasy VII del original, pocos notaron la nueva dirección que estaba tomando. Esta franquicia ya había entrado en un tono nuevo, ligeramente más oscuro con el capítulo 15, viendo este tono mucho más serio afirmado en Stranger of Paradise. Sí, Square Enix quiere alejarse de la fórmula original más “juvenil”, pero sólo un poco. Siempre que hablamos de cambiar paradigmas, en algún lugar a un fan se le pone la piel de gallina, lo sé. Sin embargo, en mi opinión, estas nuevas historias más para adultos solo le hacen bien a esta serie icónica, incluso a riesgo de perder algunos fanáticos en el camino.

El mundo de Valisthea está sumido en la guerra. La búsqueda de cristales que otorguen poderes mágicos y la ausencia del bien mayor, el Éter, han puesto a naciones enteras en conflicto, provocando el colapso de la civilización. Al frente de la destrucción se encuentran poderosos seres gigantes, los Eikon, que están controlados por humanos talentosos, los Dominantes. Cada Eikon representa uno de los cuatro elementos, Tierra, Agua, Aire y Fuego, convirtiéndose a la vez en armas de destrucción masiva y una enorme fuerza de intimidación al servicio de la nación que lo controla.

Por tanto, los bandos del conflicto están dominados por juegos políticos y ataques militares. El Gran Ducado de Rosaria tiene su arma en la persona del pequeño Joshua, el Dominante del Fénix de Fuego, todavía muy joven pero a punto de suceder a su padre. Los otros reinos tienen sus propios Dominantes que cumplen su propósito o están obligados a hacerlo. Nos hacen creer que Rosaria es un reino que busca la armonía y la paz pero que inevitablemente se ve llevado al conflicto. En un acto inesperado, este conflicto llega antes de lo que todos predecían.

Seguiremos la historia de Clive Rosfield, hijo del duque de Rosaria, hermano de Joshua. Como primogénito, Clive debería ser el dominante del reino. Sin embargo, al haber fallado las pruebas, Clive termina protegiendo a Joshua, extrañamente detestado por su madre. Sin embargo, una noche en la que Rosaria se preparaba para una misión de rutina, un ataque sorpresa crea una auténtica tragedia con repercusiones impensables. Alguien ha conseguido lo imposible y se ha hecho con el control de otro fuego Eikon, un Ifrit. Desafortunadamente, Fénix no tiene ninguna posibilidad.

La historia de Clive continúa, años después de estos trágicos acontecimientos, ahora esclavo en manos del enemigo. Sin embargo, en una misión arriesgada, el héroe destrozado con el poder de usar magia sin recurrir a cristales, se encuentra con una entidad que le hace pensar dos veces. Entre la amenaza de sus esclavizadores y la posibilidad de escapar, Clive no duda. No sólo se interpone en su camino la oportunidad de vengar a su familia, sino que también es posible poner fin a toda la guerra y recuperar la paz que Valisthea tan desesperadamente necesita.

Te dejo el resto de la historia para que la descubras. He de deciros que esta es una de las mejores tramas que he podido seguir en un título de Final Fantasy. No sólo por los finales absolutamente repentinos e inesperados, sino también por el tono más oscuro, francamente más adulto y, en cierto modo, un tanto “subido de tono” que adoptó la producción. Sin querer causarte aprensión, piensa en Juego de Tronos, piensa en todos sus momentos más “dolorosos” y mantente cerca. Está claro que la producción quería impactar y, debo decir, el resultado es muy emocionante.

Evidentemente, no a todo el mundo le gustará el nuevo tono, mucho más grosero, más ofensivo, incluso más sexualizado. No te preocupes, no hay sexo explícito en la pantalla... simplemente no dejes que los niños estén cerca. De hecho, no estoy acostumbrado a esto en un juego de esta serie y es raro encontrar este tono más atrevido en un juego de origen japonés. Sólo el tiempo lo dirá si esta nueva era, más adulta, funcionará. Aunque, personalmente, me gustó la audacia, los lectores de esta reseña que sean más fanáticos de los juegos anteriores ya habrán perdido el interés.

De hecho, la influencia de las obras de George RR Martin es muy evidente en varias partes del juego. El diseño medieval es genial pero también tenemos el concepto de seres mágicos como armas de guerra, como los dragones Targaryen, pasando por los muchos movimientos políticos e incluso el mapa del juego da una cierta “vibra” de la introducción a la serie de televisión de HBO. Sin embargo, su estructura sobrevive bien a las analogías y nunca parece plagio. También contiene algunos elementos “tontos”, como caballos intercambiados por chocobos, algunos de ellos con armadura.

Si hay algo en lo que esta nueva fórmula se queda un poco corta es en que lleva algo de tiempo desarrollarse y volverse realmente interesante. Las largas escenas intermedias, los numerosos diálogos y los combates cortos (de los que hablaré en un momento), especialmente al principio, pueden crear una impresión menos positiva para quienes esperan algo más “desordenado”. De repente, el ritmo se acelera... para volver a frenar poco después, como en una montaña rusa, pero con espada en mano y algo de paciencia para los momentos más mortíferos. Te garantizo que valdrá la pena, ten paciencia.

Por primera vez en años, pensé que el reparto de las voces localizadas en inglés era casi perfecto, especialmente el actor Ben Starr, que da voz a Clive. La épica banda sonora de Masayoshi Soken también es perfecta, con arreglos sinfónicos absolutamente brutales. Sin embargo, para mí el elemento más impactante de esta nueva entrada son, sin duda, los acompañantes. Muchos juegos de esta serie enfatizan a los compañeros del protagonista, pero en FF XVI esta dinámica está en su punto máximo. Cid, Jill, Gav y el perro Torgal son excelentes componentes de la experiencia general.

Todo esto es válido, pero está claro que muchos eligen estos juegos para sus combates. A primera vista estarás perfectamente familiarizado con el tipo de acción que te encontrarás, ya que es prácticamente idéntico a FF XV y títulos posteriores de la franquicia. Sin embargo, aquí el combate es mucho más refinado, apoyándose en una lógica de ataques directos, desvíos y magia, esto centrado en el poder de Clive para usar los poderes de los elementos Eikon. Con la debida evolución, tanto los golpes de espada como los poderes se vuelven aún más destructivos y "fantásticos".

Para facilitar las cosas, tenemos un esquema simple para seleccionar estos poderes, desbloqueando más habilidades a medida que juegas, haciendo a Clive más poderoso e impresionante. Los combos son relativamente sencillos de aprender y pronto seréis auténticos maestros, también porque el juego crea una mezcla de poderes y ataques convencionales para facilitar la interacción. Todo está ajustado con gran precisión, aprovechando al máximo las capacidades hápticas del muy bien implementado controlador DualSense.

Simplemente no me gustaron mucho algunos eventos durante las escenas intermedias que no son más que Quick Time Events glorificados. Nuestros lectores habituales saben cuánto odio los QTE. Bien, en este juego están apropiadamente “camuflados” en eventos secuenciales que resultan (o no) en ataques o defensas sorprendentes. Si lo hacen bien en el momento adecuado, podrán realizar un contraataque espectacular. En fin, no deja de molestarme pero, vamos, que la recompensa es impresionante.

A estas alturas entenderás que sí, me encantó jugar Final Fantasy XVI, incluso con todo el cambio de tono, incluso con algunos momentos más arriesgados en la trama y una simplificación en la acción. Todo porque, en PlayStation 5, este también es un juego absolutamente brillante a nivel visual. Todo rezuma pulido y calidad, sin resentirse jamás del caos que se desarrolla en pantalla. A pesar de notar ligeras pérdidas de rendimiento en el modo que se centra en los gráficos (hay otro que se centra en el rendimiento), diría que SE logró exprimir todo lo que la consola tenía para dar. Y eso es exactamente lo que queremos en un título exclusivo de plataforma.

La espera realmente valió la pena.Final Fantasy XVI Realmente es uno de los mejores de esta franquicia, uno de los mejores JRPG de los últimos tiempos y en el top de juegos para este año. Quizás su tono nuevo y más oscuro no agrade a los veteranos de la serie, pero incluso ellos deberían reconocer que el enorme movimiento de riesgo deSquare Enix tiene su valor. Si nunca has jugado un título de esta franquicia, deberías empezar aquí. El concepto, la historia, el apartado visual, el audio, pequeños fallos, en un juego que claramente tenía una enorme intención de sorprendernos… lo consiguió.